El Rocio y Dehesa de Abajo
9 de Mayo, 2011
Queridos lectores!
He pasado cuatro días maravillosos en la Doñana visitable y os invito a vivir este viaje conmigo a través de varios relatos. Bueno, por supuesto es mejor estar en situ pero os será un consuelo saber que las fotos lo pueden ver en lo fresquito mientras que yo las tomé bajo un sol de justicia que hacía subir el termómetro hasta 35,5º en la sombra. Pero sombra no había sino caminos polvorientos! 
El mismo día de llegada me fui a las marismas del Rocio, repletas de agua gracias a la primavera tan lloviosa:
Aparte de este grupo de espátulas y ...
... algunos porrones, garcetas y garzas reales había muy pocas aves. Lo mismo se puede decir de los observatorios de Acebuche donde esto sí, me acompañaron las oropéndolas con su canto sin dejarse ver.
Me fui a la Dehesa de Abajo. También allí mucha agua, pero poca vida en la laguna. Y las muchas cigüeñas blancas que allí anidan le hacían sombra a sus pollos con sus alas, aguantando ellas estoicamente este sol que quemaba:
"Puh, yo también tengo mucho calor!", la joven tarabilla común parecía estarse haciendo a la idea de tener que vivir de ahora en adelante por si solo sin la ayuda de los padres:
Este triguero no canta sino que intenta de refrescarse un poco:
"Con o sin calor, mis pequeños quieren comer!"
También la cogujada común llevaba una suculenta comida para sus crías mientras ...
... que otra descansaba plácidamente:
La Dehesa de Abajo alberga también un gran colonia de milanos negros que allí anidan, asi ...
... que se veían milanos por todas partes:
De verdad por todas partes!
"Si estás buscando a nuestros parientes, entonces ...
... date mañana una vuelta por el centro de visitantes de José Antonio Valverde!"
Y esto hice y os cuento en el próximo relato de este impresionante y bello espectáculo de miles de moritos y garzas de todas las clases anidando juntos.
Podaís verlo aquí:
Doñana - Centro José Antonio ValverdeSaludos cordiales
Birgit Kremer